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Castillo de San Lorenzo
Situado en la entrada del río Chagres
Fue a través de este río que el pirata Henry Morgan llegó a la ciudad de Panamá 'La Vieja' para saquearla. Para llegar a ella, es necesario pasar por las esclusas de Gatún y entrar en el Fuerte Sherman, una exbase militar, rodeada de una espesa selva rica en diversidad de especies.
Es un lugar ideal para la observación de aves. El Fuerte está situado en la orilla derecha del río Chagres y la entrada por tierra, desde el pueblo de Chagres, se hace por medio de un puente levadizo que estaba sobre un pozo de unos seis metros de profundidad.
El fuerte de San Lorenzo es una de las fortalezas españolas más antiguas de América. Está situado junto a lo que fue la antigua sede del pueblo de Chagres, en la desembocadura del río del mismo nombre. Como hemos visto, los ataques de Francisco Drake en las costas del Reino de Tierra Firme en 1572, especialmente los ataques contra Nombre de Dios y el Camino Real, que era el camino recorrido por los tesoros que venían del Perú, obligaron a la constricción de un sistema de defensa en los puertos del Atlántico.
Es así como se decidió construir el Fuerte de San Lorenzo, para proteger la entrada de la vía fluvial que penetraba cerca de la antigua ciudad de Panamá. Las obras se iniciaron en 1598 por orden del Rey Felipe II y terminaron en 1601. Los planos de la enorme fortaleza fueron hechos por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli.
El Castillo de San Lorenzo fue construido sobre un alto arrecife, en una posición que domina completamente la entrada del Río Chagres. 'La entrada a este debía ser remando hasta la Casa de las Cruces, y desde allí solo se podía avanzar con una palanca manejada por expertos y dirigida por personas negras muy hábiles llamadas proles, lo cual era difícil de disponer del invasor, y de todos modos, no pedían escapar a la arcabucería dispuesta en la costa, una vez muerto, la corriente empujaba irremediablemente la nave hacia el mar'.
La estructura original del Castillo de San Lorenzo era la de una avanzada fortaleza, rodeada de empinadas laderas llenas de tierra que servían como muros. Su valor defensivo residía en el sitio que domina un amplio tramo del mar, lo que facilitaba la defensa de la desembocadura del río. Por eso se le consideraba como centinela del gran triángulo estratégico del Istmo.
De 1616 a 1620, el Fuerte contaba con 'seis gruesas piezas de bronce, con su castellano a capitán, y soldados de presidio para la defensa de la entrada'. En 1620, los españoles se dieron cuenta del estado de la fortaleza de San Lorenzo. Cristóbal de Roda preparó en esa fecha una 'perspectiva del castillo que se hace en la desembocadura del río Chagres que está cayendo y se abre como se verá'.
La estructura original del Castillo de San Lorenzo era la de una avanzada fortaleza, rodeada de empinadas laderas llenas de tierra que servían como muros. Su valor defensivo residía en el sitio que domina un amplio tramo del mar, lo que facilitaba la defensa de la desembocadura del río. Por eso se le consideraba como centinela del gran triángulo estratégico del Istmo.
De 1616 a 1620, el Fuerte contaba con 'seis gruesas piezas de bronce, con su castellano a capitán, y soldados de presidio para la defensa de la entrada'. En 1620, los españoles se dieron cuenta del estado de la fortaleza de San Lorenzo. Cristóbal de Roda preparó en esa fecha una 'perspectiva del castillo que se hace en la desembocadura del río Chagres que está cayendo y se abre como se verá'.
En 1670 el Castillo fue atacado y tomado por Joseph Bradley, siguiendo las instrucciones de Enrique Morgan, quien había previsto la destrucción del Fuerte como primer paso para asaltar la Ciudad Vieja de Panamá siguiendo la ruta del Río Chagres. El hecho de que el pirata Bradley no atacara por mar, sino que terminara con sus 400 hombres en un pequeño puerto cerca del Castillo y se precipitara por tierra, revela que los cálculos del ingeniero Antonelli tenían razón al considerar el alto arrecife como un lugar casi inexpugnable.
El astillero tiene una cisterna o pozo de considerable diámetro, que servía para el suministro de agua. En la parte más avanzada hacia el mar, hay una escalera de caracol, hecha de piedra, que conduce a un nivel más abajo de la tierra. Esta escalera servía como posible comunicación con el barranco, en forma de metro subterráneo desde donde se observaba al enemigo o se realizaban funciones relacionadas con la defensa.
Este elemento defensivo, así como las estratégicas galerías subterráneas, a modo de misteriosos laberintos, atravesaban el castillo en varias direcciones. En las ruinas del edificio situado en la meseta inferior, se observa el uso de la piedra en las bases y hasta cierta altura de los muros; hacia arriba se usaba el ladrillo.
También hay arcos de medio punto y dinteles de ladrillo. Las garitas de vigilancia también son de este material. Para el profesor Ángel Rubio, las ruinas de San Lorenzo de Chagres, en sus baluartes, camino de ronda, casamata, polvorín, sala de armas, etc. reflejan un estilo Carolino (Carlos III de España, siglo XVIII). Rubio argumentó que 'en lo que respecta a los castillos de Portobelo y Chagres, auténticos tipos de arquitectura militaría, es muy visible que en sus primeras estructuras del siglo XVII pasaron las obras de restauración del tipo de arquitectura militar del siglo XVIII en su momento Carolino'. San Lorenzo del Chagres no sólo sirvió como fortaleza, sino que después de su reconstrucción también cumplió funciones de prisión estatal. En sus galerías subterráneas que aún evocan mazmorras coloniales, fueron encarcelados Pedro de Guzmán y Dávalos, Marqués de Mina y Gobernador del Reino de Tierra Firme, quien junto con su esposa vivió en las oscuras mazmorras de la fortaleza.
En las fosas de esta prisión también fue confinado el peruano Francisco Antonio de Zela, héroe de la emancipación americana.
A principios de este siglo, parte del equipamiento y los accesorios de la fortaleza aún eran visibles. En una visita realizada en 1908, el historiador Juan Bautista Sosa encontró restos de carros de armas, alcantarillas y morteros, utensilios domésticos, cadenas y grilletes. Aún hoy se pueden ver los cañones pesados que lo defendían. Por ley 61 del 31 de diciembre de 1908 se asignó la suma de mil balboas (B / 1.000,00) para la conservación del Castillo de San Lorenzo junto con la conservación de Portobelo y Bacílica de Natá. Por Ley 68 de 1941 fue declarado Monumento Nacional. En 1995, fue renovado por el ejército de los Estados Unidos de América del Norte.
Las excavaciones realizadas en 1966, descubrieron un nuevo emplazamiento de cañones situados en el lado de tierra 'y cuyo objeto era dominar la explanada que da a la rotonda del Fuerte y evitar sorpresas en la parte posterior como ocurrió en 1671'. En San Lorenzo, además de visitar el Monumento Histórico, el Fuerte, se pueden realizar otras actividades como mochilería, observación de aves, buceo y kayak, entre otras actividades
